INMUNOTERAPIA
La inmunoterapia puede utilizarse en patologías que cursan con un desequilibrio del sistema inmunitario. Los campos de aplicación de los medicamentos de inmunoterapia derivan de sus componentes. En líneas generales, los campos de aplicación se pueden englobar en las siguientes áreas terapéuticas:
ENFERMEDADES AUTOINMUNES
En las enfermedades autoinmunes, el sistema inmunitario ataca, por error, nuestras propias células, órganos y tejidos. Se trata normalmente de trastornos crónicos en los que se producen brotes agudos. Dentro de este campo podemos encontrar patologías como la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide, la tiroiditis de Hashimoto, la fibromialgia, etc. El principal objetivo de la inmunoterapia en estas enfermedades es ayudar al sistema inmunitario a recuperar su correcto funcionamiento y evitar una respuesta excesiva.
INFECCIONES
Nuestro sistema inmunitario está bien preparado para combatir las infecciones, sean víricas, bacterianas o parasitarias. No obstante, de vez en cuando necesita un pequeño “empujón” para poder defendernos mejor frente a ellas. Cuando la respuesta inmunitaria es deficiente y no actúa al 100%, los virus se multiplican más fácilmente en el organismo pudiendo favorecer el desarrollo de enfermedades y/o convertirse en infecciones crónicas.
La inmunoterapia puede ayudar al sistema inmunitario a detectar los agentes infecciosos y controlar su multiplicación en el organismo.
ONCOLOGIA
Las células tumorales disponen de mecanismos que les permiten pasar desapercibidas por el sistema inmunológico, consiguiendo así no ser eliminadas del organismo. Incluso, en ocasiones, pueden manipular las células del sistema inmune a su favor para evitar ser destruidas. En procesos oncológicos, la inmunoterapia, aplicada como complemento a los tratamientos convencionales, busca reajustar la respuesta inmunitaria para reconducirla hacia la detección y destrucción de las células cancerígenas.